El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y la República de Corea, el cual os contamos en estas noticias, provocó que se aceleraran las negociaciones con Japón.

Así, el pasado julio era publicado un documento de trabajo de la Comisión Europea por el que se evalúa el impacto de las relaciones comerciales con el país japonés donde se fija el querer alcanzar un acuerdo de libre comercio de alcance profundo y completo, y un acuerdo de asociación económica.

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El Documento de evaluación nos desvela que donde se concentran los obstáculos a las exportaciones de la UE a Japón son en medidas no arancelarias establecidas por el país nipón, en la falta de transparencia en la contratación pública japonesa y en los problemas relativos a los derechos de propiedad industrial e intelectual que acontecen en el mercado japonés.

Igualmente se detecta que las medidas no arancelarias son mayores en los sectores donde se concentran la mayor parte de las exportaciones europeas (productos químicos, incluidos los farmacéuticos, automóviles, productos sanitarios, alimentos transformados, material de transporte, telecomunicaciones y servicios financieros). Incluso, nos desvela mercados japoneses prácticamente inaccesibles en el caso de los productos agrícolas, equipos de transporte y productos aeronáuticos.

Por ello, la política de la UE es establecer como objetivos, entre otros, la reducción de restricciones existentes al comercio y a la inversión extranjera, y la reducción de obstáculos aduaneros. Concretamente en cuanto a las relaciones con Japón, encontramos como objetivo específico un incremento del volumen del comercio bilateral y aumento de los flujos de inversión mediante la reducción de los obstáculos existentes.

Con ello la intervención que se contempla es un convenio en la línea de la nueva generación de acuerdos que se están negociando (como es el caso de Canadá), donde se alcance ese libre comercio a través de “abarcar un gran número de cuestiones de accesos a los mercados de interés para ambas partes, como los aranceles, las medidas no arancelarias que afectan al comercio de mercancías (en particular, aspectos de obstáculos técnicos al comercio, y medidas sanitarias y fitosanitarias) y al comercio de servicios, un mayor acceso al mercado para los servicios, la inversión y la contratación pública, así como la protección de la inversión, la competencia y los derechos de propiedad intelectual”.

El impacto de este acuerdo UE/Japón para las PYMES es que éstas se beneficien del libre comercio ya que los costes de cumplimiento de la legislación son más gravosos para ellas.