Tras varios años de negociaciones, el día 14 de mayo de 2011 fue publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el acuerdo de libre comercio suscrito entre ésta y sus Estados Miembros con la República de Corea.

( para ver el texto publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, pulse aquí )

Mediante la suscripción de dicho Tratado se pretende el establecimiento de una zona de libre comercio, para lo cual las partes firmantes liberalizarán y facilitarán progresivamente el comercio de mercancías y servicios, eliminando además obstáculos en cuanto a la inversión. Ahora bien, todo ello sin olvidar una adecuada protección de los derechos de propiedad industrial o de la normativa medioambiental.

En definitiva, el texto prevé medidas tales como la gradual eliminación de los derechos de aduana,una aplicación concreta de los contingentes arancelarios o una exclusión de las medidas no arancelarias.

Aún así, pese a tales avances, y con la finalidad de proteger el mercado comunitario de una posible llegada masiva de exportaciones coreanas, la Unión Europea (UE) ha “cubierto sus espaldas” fijando medidas concretas en sectores sensibles (automóviles, electrónica de consumo y productos textiles).

Por ello, la Comisión deberá compartir regularmente con las empresas de la UE y sus Estados miembros las estadísticas de las importaciones en estas parcelas, debiéndose poner en común cada dos meses.

Igualmente el acuerdo recoge la posibilidad de que entre en juego una cláusula bilateral de salvaguardia en el supuesto de que las importaciones de una mercancía concreta aumenten de tal manera que causen o amenacen con causar un perjuicio grave a la industria interna.

A modo de conclusión, exponer que este avance conlleva, por un lado, que Corea del Sur vaya un paso por delante frente a sus vecinos asiáticos en la firma de un Tratado de Libre Comercio con la UE, y por otro, que países como Japón intenten acelerar sus negociaciones con Europa en este tipo de acuerdos bilaterales.